El pasado 16 de junio se aprobó la reforma laboral que introduce las siguientes modificaciones:
En primer lugar, se pretende reducir el coste del despido mediante dos fórmulas: uso del contrato indefinido de fomento del empleo generalizado a casi todos los colectivos de trabajadores que estén desempleados (tres meses inscritos si venían de contrato indefinido y desempleados que en los últimos dos años solo hayan tenido contratos temporales) que comporta una indemnización de 33 días por año trabajado y el pago por el Fondo de Garantía Salarial de 8 días de esa indemnización. El pago del Fondo se amplía a todos los contratos indefinidos y a los despidos objetivos.
La reforma deroga las bonificaciones de contratos indefinidos manteniendo únicamente las que afectan a personas con discapacidad y víctimas de violencia de género.
En segundo lugar, la reforma facilita los despidos objetivos a las empresas que de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa. La reforma elimina un plazo mínimo de pérdidas en la empresa haciendo el despido más flexible.
Otra de las medidas adoptadas es limitar la duración de los contratos por obra y servicio a tres años, ampliables 12 meses más por Convenio Colectivo.
Se pretende acabar con el encadenamiento de contratos temporales: el trabajador será fijo tras dos años si ha estado con dos o más contratos en el mismo o diferente puesto de trabajo y en la misma empresa o grupo de empresas. Asimismo, eleva la indemnización por finalización de contratos temporales de 8 a 12 días por año trabajado, aplicándose de forma paulatina: se incrementa un día más por año a partir del 2.012 hasta llegar a una indemnización de 12 días por año en el 2.015.
Finalmente, introduce una reducción de jornada temporal, entre un 10 y un 70% de la jornada de trabajo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. En este caso los trabajadores tendrán derecho al desempleo por las horas o días que dejen de trabajar por esta reducción.
En primer lugar, se pretende reducir el coste del despido mediante dos fórmulas: uso del contrato indefinido de fomento del empleo generalizado a casi todos los colectivos de trabajadores que estén desempleados (tres meses inscritos si venían de contrato indefinido y desempleados que en los últimos dos años solo hayan tenido contratos temporales) que comporta una indemnización de 33 días por año trabajado y el pago por el Fondo de Garantía Salarial de 8 días de esa indemnización. El pago del Fondo se amplía a todos los contratos indefinidos y a los despidos objetivos.
La reforma deroga las bonificaciones de contratos indefinidos manteniendo únicamente las que afectan a personas con discapacidad y víctimas de violencia de género.
En segundo lugar, la reforma facilita los despidos objetivos a las empresas que de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa. La reforma elimina un plazo mínimo de pérdidas en la empresa haciendo el despido más flexible.
Otra de las medidas adoptadas es limitar la duración de los contratos por obra y servicio a tres años, ampliables 12 meses más por Convenio Colectivo.
Se pretende acabar con el encadenamiento de contratos temporales: el trabajador será fijo tras dos años si ha estado con dos o más contratos en el mismo o diferente puesto de trabajo y en la misma empresa o grupo de empresas. Asimismo, eleva la indemnización por finalización de contratos temporales de 8 a 12 días por año trabajado, aplicándose de forma paulatina: se incrementa un día más por año a partir del 2.012 hasta llegar a una indemnización de 12 días por año en el 2.015.
Finalmente, introduce una reducción de jornada temporal, entre un 10 y un 70% de la jornada de trabajo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. En este caso los trabajadores tendrán derecho al desempleo por las horas o días que dejen de trabajar por esta reducción.
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